Autor: Eduardo Sánchez
Práctica: La población extranjera en España (Año 2008)
Responde las siguientes preguntas:
a) Cita las C.A. que tengan una tasa de población
extranjera entre el 12,8% y el 17´7%.
b) Identifica el tipo de documento y relaciona las áreas
geográficas con los valores de las tasas.
c) Explica las causas de las diferencias de los
porcentajes observados en el documento.
d) Comenta las consecuencias de las diferencias
representadas en el documento.
Tasa de población extranjera en %
a) Provincias con tasa de
población extranjera entre el 12,8% y el 17´7%.
Aragón,
La Rioja , Cataluña y Canarias. Superando estas cifras tenemos a Madrid, Murcia C. Valenciana e Islas Baleares.
b) Identificación del tipo de documento
y relación de las áreas geográficas con los valores de las tasas.
El
mapa temático de coropletas muestra el porcentaje de población extranjera en
las provincias españolas mediante colores correspondientes a los cuatro intervalos porcentuales establecidos en la leyenda del mapa.
Las
áreas geográficas con mayor porcentaje de población extranjera se localizan en
la costa mediterránea, desde Girona a Almería y en las islas Baleares. En
cambio, los porcentajes más bajos corresponden al occidente peninsular.
c) Causas de las diferencias observadas
La
fuerte atracción del área mediterránea peninsular y balear depende del tipo de
inmigrantes:
-
Los inmigrantes extracomunitarios, que se trasladan a España por motivos
fundamentalmente económicos, se han instalado en las zonas que han ofrecido
mejores perspectivas de empleo en actividades poco cualificadas, insuficientemente
cubiertas por la mano de obra española. Entre ellas destacan la construcción,
impulsada por el boom inmobiliario, que afectó de forma especial a las áreas
turísticas; los servicios ligados al turismo (hostelería, restauración) dado
que muchas de sus actividades no son mecanizables y requieren mano de obra poco
cualificada, y la agricultura mediterránea intensiva en invernaderos (Almería,
Murcia, Lleida). También se han instalado en las dos grandes metrópolis
españolas, Madrid y Barcelona, por su diversidad económica y porque actúan como
centros de distribución de los inmigrantes recién llegados al país.
-
Los inmigrantes comunitarios que se trasladan al litoral mediterráneo son en
buena parte jubilados de Europa septentrional y occidental, atraídos por sus
buenas condiciones climáticas, especialmente la suavidad de los inviernos, y
valoran la seguridad y el buen nivel de estas áreas.
La
menor atracción inmigratoria del occidente peninsular se debe a la ausencia de
buena parte de los factores de atracción señalados. El boom inmobiliario no fue
tan intenso; el turismo tiene una menor incidencia, al no estar dominado por la
modalidad predominante de sol y playa; y en las actividades agrarias, tiene un
mayor peso la ganadería, mejor adaptada a las condiciones climáticas
existentes.
d) Consecuencias de las diferencias
representadas en el documento
-
Consecuencias demográficas.
Los inmigrantes han contribuido decisivamente al crecimiento demográfico de España en los últimos años, tanto de forma directa como por el incremento de la natalidad. Gracias a ello se ha evitado el decrecimiento demográfico, especialmente en las comunidades con crecimiento natural negativo.
Los inmigrantes han contribuido decisivamente al crecimiento demográfico de España en los últimos años, tanto de forma directa como por el incremento de la natalidad. Gracias a ello se ha evitado el decrecimiento demográfico, especialmente en las comunidades con crecimiento natural negativo.
-
Consecuencias económica
La inmigración aporta población activa, que desempeña las tareas más duras y peor remuneradas, colabora en el crecimiento del PIB, aporta más dinero a las arcas públicas del que consume en educación y sanidad y alivia la carga del elevado gasto en pensiones. Además, los inmigrantes prestan servicios domésticos que permiten incrementar la tasa de actividad de las familias españolas, especialmente de las mujeres.
La inmigración se relaciona con algunos problemas, como la pérdida de competitividad (la disponibilidad de mano de obra retrasa la modernización de ciertos sectores), la presión a la baja sobre los salarios, la acentuación de la escasa movilidad geográfica de los trabajadores españoles, y el aumento del déficit exterior debido a las remesas enviadas a sus países de origen y al consumo de bienes importados, como el automóvil.
La inmigración aporta población activa, que desempeña las tareas más duras y peor remuneradas, colabora en el crecimiento del PIB, aporta más dinero a las arcas públicas del que consume en educación y sanidad y alivia la carga del elevado gasto en pensiones. Además, los inmigrantes prestan servicios domésticos que permiten incrementar la tasa de actividad de las familias españolas, especialmente de las mujeres.
La inmigración se relaciona con algunos problemas, como la pérdida de competitividad (la disponibilidad de mano de obra retrasa la modernización de ciertos sectores), la presión a la baja sobre los salarios, la acentuación de la escasa movilidad geográfica de los trabajadores españoles, y el aumento del déficit exterior debido a las remesas enviadas a sus países de origen y al consumo de bienes importados, como el automóvil.
-
Consecuencias sociales
Han surgido actitudes xenófobas o racistas entre algunos sectores que consideran la inmigración como una «invasión» que compite por el empleo, consume recursos sociales en perjuicio del bienestar de la población española y amenaza la identidad nacional. Estas ideas alientan la devolución de los inmigrantes a sus países de origen o la restricción de sus derechos, para evitar un “efecto llamada” que acentúe la inmigración.
Muchos inmigrantes sufren duras condiciones laborales (bajos salarios, largas jornadas, ausencia de seguros) y malas condiciones de vida en barrios marginales y viviendas de escasa calidad. En parte por ello se les responsabiliza de manera injusta y abusiva de diversos delitos (tráfico de drogas, crimen organizado) y de formas de vida poco edificantes (prostitución, mendicidad).
Las dificultades de integración, debidas a las diferencias culturales, lingüísticas y religiosas, pueden suscitar tensiones con la población autóctona.
Han surgido actitudes xenófobas o racistas entre algunos sectores que consideran la inmigración como una «invasión» que compite por el empleo, consume recursos sociales en perjuicio del bienestar de la población española y amenaza la identidad nacional. Estas ideas alientan la devolución de los inmigrantes a sus países de origen o la restricción de sus derechos, para evitar un “efecto llamada” que acentúe la inmigración.
Muchos inmigrantes sufren duras condiciones laborales (bajos salarios, largas jornadas, ausencia de seguros) y malas condiciones de vida en barrios marginales y viviendas de escasa calidad. En parte por ello se les responsabiliza de manera injusta y abusiva de diversos delitos (tráfico de drogas, crimen organizado) y de formas de vida poco edificantes (prostitución, mendicidad).
Las dificultades de integración, debidas a las diferencias culturales, lingüísticas y religiosas, pueden suscitar tensiones con la población autóctona.
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