Autor: Eduardo Sánchez
Realiza un comentario de la pirámide de población española de 2010
Pirámide de edades de España. Año 2010
A) Aspecto general e incidencias más notables de
su estructura.
1. Aspecto general
1. Aspecto general
–
Estructura por sexo
Como es habitual, en España
nacen más varones que mujeres (la barra de los 0-4 años es más larga del lado de los varones). La
superioridad numérica masculina se mantiene hasta los 50-54 años, y a partir de
entonces predominan la; mujeres, de modo que, al final, los efectivos de las
ancianas son considerable mente superiores a los de
los ancianos.
Las
causas de esta situación están relacionadas con la mayor
esperanza de vida de las mujeres. Estas tienen más fortaleza biológica por
motivos hormonales e inmunológicos; han reducido considerablemente la
mortalidad en el parto y postparto (nacimientos en clínicas, progresos de la
medicina), y hasta épocas recientes han
tenido un estilo de vida con menor exposición a los factores de riesgo
de muerte. En cambio, los hombres han tenido tradicionalmente una participación
más directa en las guerras; trabajos más duros, con mayor desgaste físico y
probabilidad de accidentes; incidencia más alta de hábitos nocivos en exceso, como el alcohol y el tabaco;
hábitos alimentarios y de vida más desordenados; y menor cuidado por su
salud.
– Estructura por edad
La
estructura por edad se deduce de la forma de urna de la pirámide. La base es estrecha, debido al bajo porcentaje de jóvenes
y se remete desde hace treinta años (a pesar de la ligera recuperación
de los últimos cinco años), indicando una natalidad baja y en descenso. En
cambio, la longitud de las barras de los ancianos
muestra un importante volumen de población de 65 años y más, indicativo
de una elevada esperanza de vida.
Las causas del
envejecimiento de la población han sido, por tanto, el descenso
de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida.
– El descenso de la
natalidad, causante del envejecimiento demográfico por la base de la
pirámide, se ha debido a numerosos motivos. La situación económica ha retrasado la edad del matrimonio, debido
primero a la crisis de 1975, que ocasionó un grave aumento del paro; y luego, a
la precarización de los contratos laborales
y al alto precio de compra y alquiler de viviendas, que dificultan la
emancipación de los jóvenes, prolongando su período de formación y permanencia
con los padres. Además, los cambios sociales en cuanto a mentalidad y valores a partir de la transición a la democracia
(1975) han colaborado al descenso de la natalidad. Ha disminuido la
influencia religiosa; se han despenalizado
y difundido los anticonceptivos; y se ha legalizado el aborto en cierto supuestos. Las mujeres se han incorporado de
forma creciente al trabajo fuera del hogar y retrasan la maternidad hasta
consolidar su situación laboral, de modo que la mayoría de los nacimientos se
producen en el grupo de los 30-34
años, y muchas tienen dificultades para conciliar la vida familiar y laboral, ante la escasez de
guarderías a precios asequibles y el mantenimiento de comportamientos
sexistas en el reparto de tareas domésticas
y en el cuidado de los hijos. Estos ya no se consideran como seguro de
vejez de los padres, ante el progreso de la protección social, sino que se
aprecia su formación y bienestar, por lo que se prefiere tener menos y atenderlos
mejor. Además, los gastos que ocasionan y la dedicación que requieren compiten con el deseo de los padres de disponer
de más ingresos para el consumo y de más tiempo libre para el ocio. Por
otra parte, han ganado importancia las
relaciones de pareja sobre las reproductoras y de cuidado de los hijos,
y han surgido formas familiares distintas del matrimonio y menos prolíficas
(cohabitación, hogares monoparentales de divorciados, maternidad en solitario). La ligera recuperación de la base en
los últimos cinco años se ha debido a un ligero incremento del número de
hijos por mujeres españolas, vinculado posiblemente a las ayudas a la
natalidad, y sobre todo a la inmigración,
que aporta mujeres en edad fértil y con valores más altos de natalidad que
las mujeres españolas.
El aumento de la esperanza de vida, causante del envejecimiento por la cima de la pirámide, se ha debido al incremento del
nivel de vida (mejora de alimentación y del
nivel educativo y cultural, que favorece la prevención y
el abandono de costumbres nocivas para la salud), los avances médicos y sanitarios
y la extensión de la sanidad pública.
2. Incidencias más notables de la estructura de la
pirámide
En
el perfil de la pirámide se aprecian entrantes y salientes que muestran la
repercusión demográfica de determinados hechos históricos en los últimos cien
años. Empezando por la cima de la pirámide pueden distinguirse los siguientes:
– En las últimas barras de la pirámide, la diferencia de efectivos demográficos a favor de las mujeres se debe a su mayor
esperanza de vida y también a que en estos años se
encuentran los hombres que combatieron y murieron en la Guerra Civil , dado que estaban en edad militar cuando estalló el
conflicto (20-24 años).
– Entre
los años 1936-1940 existe un entrante motivado por la reducción
de la natalidad durante la
Guerra Civil y por el exilio de miles de personas tras el
conflicto. Además, la situación se vio agravada porque las personas que debían
procrear entonces eran también escasas (generación hueca de los nacidos en menor número a causa de las guerras de finales del
siglo XIX y de la epidemia de gripe de 1918).
– Entre los años 1941 y 1960, no se aprecia la fuerte recuperación demográfica que suele seguir a las guerras (“baby boom posbélico”),
ya que se vio contenida por las dificultades de la posguerra:
bloqueo internacional al régimen de Franco, autarquía económica,
desabastecimiento y carestía. También influyó la pérdida de población
ocasionada por la emigración a Europa.
– Entre
los años 1961 y 1970 los efectivos demográficos se recuperaron al
incrementarse la natalidad (“baby boom” posbélico retrasado) gracias a la finalización
de la autarquía (Plan de Estabilización de 1959) y al comienzo de una nueva etapa de desarrollismo económico, basado en
la mecanización del campo, en el impulso de la industria y en el auge
del turismo. A ello se sumó una reducción de
la mortalidad, debida a la mejora de la medicina; la extensión de la seguridad social; la generalización de los
nacimientos en clínicas; el progreso de la pediatría, y la mejora del
nivel de vida. La recuperación habría sido aún mayor de no haber sido por una importante corriente emigratoria a
Europa, que ofrecía entonces abundantes puestos de trabajo y elevados
salarios, que atraían principalmente a la población joven y en edad de
procrear.
– Entre
1971 y 1980, el crecimiento de los efectivos tiende a
estabilizarse. La extensión del modo de
vida urbano obliga a reducir el tamaño de la familia; corresponde procrear ahora a las generaciones menos numerosas nacidas durante
la guerra y la posguerra (al ser menos, tienen un menor número global de
hijos); y el inicio de la crisis económica de 1975 provoca un descenso de los
nacimientos.
– Desde
1980, la base de la pirámide se retranquea, debido a la
reducción de la natalidad causada por los
factores económicos y sociales ya comentados. En los últimos años, la
llegada a España de un elevado volumen de inmigrantes extranjeros aporta más
mujeres en edad fértil y con una tasa de fecundidad más elevada, que ha provocado una leve recuperación de la natalidad,
plasmada en el ligero saliente de la barra de la pirámide en el grupo
0-4 años.
B) Valoración de la situación demográfica
de España que refleja esta pirámide de edades
La pirámide de edades refleja un fuerte envejecimiento
de la población española, con importantes repercusiones negativas
sobre el gasto en pensiones, sanidad y atenciones sociales para los ancianos.
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