Comentario del mapa donde se localizan
las principales centrales hidroeléctricas de España.
El mapa muestra la distribución
de las principales centrales hidroeléctricas de España. Estas utilizan el agua embalsada en presas y lagos, que se
hace saltar por tuberías y mueve turbinas conectadas a un generador que
transforma la fuerza mecánica en electricidad.
La localización de las centrales hidroeléctricas se
concentra, por tanto, en las zonas que reúnen
precipitaciones abundantes y regulares, que alimentan ríos o lagos
susceptibles de embalsar el agua; y una topografía abrupta o con desniveles del
terreno que facilitan el salto del agua con la suficiente altura y energía.
Estas zonas, como se aprecia en el mapa, son
fundamentalmente tres: las cuencas de los ríos del ángulo noroeste
peninsular, las cuencas de los ríos Duero y Tajo y las cuencas de los ríos
pirenaicos.
–
El ángulo noroeste peninsular incluye
las cuencas de los ríos de la vertiente cantábrica correspondientes a este
tramo y las cuencas de los ríos de la vertiente atlántica norte. Esta zona
posee un clima oceánico, con precipitaciones abundantes, por lo que los ríos
son caudalosos y regulares. Además, salvan fuertes desniveles debido a la
proximidad de las montañas en que nacen y su desembocadura en el mar.
–
Los ríos Duero y Tajo son caudalosos
por los aportes de los afluentes que reciben, nacidos en los sistemas montañosos que bordean sus cuencas.
Las centrales hidroeléctricas se concentran en el tramo final, cerca de la
frontera portuguesa, aprovechando el desnivel topográfico existente en esta
zona entre las depresiones terciarias y la penillanura paleozoica.
– Los ríos pirenaicos, especialmente los
afluentes del Ebro, reciben la precipitación en forma de lluvia y de nieve de
los Pirineos y salvan fuertes desniveles
topográficos ente la cordillera y su desembocadura en el Ebro o en el mar Mediterráneo.
Por eso se construyeron en ellos centrales hidroeléctricas desde principios del siglo XX para abastecer de
energía a la industria catalana.
–
Otras centrales se
reparten más aleatoriamente por las montañas del interior peninsular, aprovechando los puntos que reúnen
agua y un desnivel suficiente ligado a la existencia de relieves montañosos.
– La práctica inexistencia
de centrales hidroeléctricas destacadas
en la mitad oriental peninsular, excepto las pirenaicas, se
explica por la escasez de precipitaciones
y la fuerte evaporación. Y en el caso de las islas Baleares y Canarias también por la
ausencia de ríos.
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